domingo, 26 de septiembre de 2010

Adaptándonos a pequeños cambios...

 Con la epilepsia nos cambio la vida a los dos, yo no me atrevía a dejarlo en casas de "canguros perrunos" con otros animales....  por miedo a lo que podía pasar con otros animales durante y después de un ataque, ni llevarlo a residencias caninas, ni llevarlo de viaje en la bodega del avión..........si le hubiese dado un ataque en una jaula jamás me lo hubiese perdonado. Tampoco era fácil explicar a "posibles canguros" la epilepsia y el momento"gruñón" de después, había muchas posibilidades de que en ese fin de semana no tuviese un ataque.........pero me veía en la obligación de tener que avisar, explicar lo que pasaba y dar las indicaciones de que después del ataque le "dejasen su tiempo"..............tuve la suerte de encontrar una canguro excepcional, un tesoro para Yako......... la llamábamos la "Tía Elena" de tantas veces que se lo dejaba y de lo mucho que la quería Yako, se ponía loco de contento cuando se iba  a  su casa, e incluso cuando volvía tenia como un síndrome "postvacacional" , la tía Elena le mimaba mucho más que yo, le consentía y yo feliz de tener esa tranquilidad de dejarlo en buenas manos.


Gracias Elena, por cuidar a mi peludo durante tantos años como si hubiese sido tuyo, gracias por darme esa tranquilidad de que no podía estar en mejores manos, gracias por reservar siempre Agosto a tu sobrino peludo, gracias por mimarle y comprarle todos los caprichos, gracias por atenderle cuando tenía un ataque, gracias por tu llamadas preocupandote por él...... gracias de corazón por quererle como le quería yo.


Con la epilepsia pase de  tener un sueño profundo a un sueño ligero, al mínimo movimiento ya estaba con un pie fuera de la cama.......incluso muchas veces me levantaba con el corazón en un puño  por algún ruido que hacia y resultaba no ser nada. Aprendí a no desmoronarme con cada ataque y mantener la calma......Aprendí a comprarme un pijama estilo chandal para no tener que irme cambiando cuando había que salir a las tantas de la madrugada a dar un paseo..... aprendí a ser previsora con todo el arsenal de sus medicinas.......aprendí a se más metódica y anotar todos tus ataques en un agenda.......... aprendi que los sueños a veces se convierten en realidad y por mucho que se tuerzan hay que seguir luchando por ellos......... mi pequeño peludo....me enseñastes tantas cosas.........








Tratando la epilepsia

Después de las vitaminas que nos dio el veterinario y de surgir 0 efecto.....fuimos de veterinario en veterinario buscando la mejor solución para mi amigo peludo.
Seguramente habéis leído en muchos foros el tipo de medicación que se suele dar a los perros con epilepsia: bromuro de potasio y Fenobarbital.
He leído en muchos foros perros con continuos ataques de epilepsia, ataques de larga duración, ataques en cadena............. con Yako "tuve la suerte" de que no eran muy repetitivos......... pero no eran tampoco muy aislados por lo que comenzamos con la medicación aconsejada por un veterinario: Fernobarbital. Así estuvimos un tiempo pero no había muchos resultados, había leído sobre el uso del bromuro de potasio y se lo comente al veterinario...................... el bromuro de potasio era con lo que se trataba hace años a la epilepsia canina, pero hoy en día no es muy habitual e incluso cuesta encontrar una farmacia que lo suministre, pero comenzamos a darle pequeñas dosis junto al fernobarbital. La verdad es que el cambio fue excelente, solo os digo que incluso pasamos un año entero sin ataques. Eso si, se crea una gran dependencia.........recuerdo un día en que me había ido a Madrid a vivir con Yako, se nos había acabado el bromuro de Potasio y no tenia la receta conmigo............ me lo enviaban desde Barcelona por mensajero  y ese pequeño retraso de un día hizo que mi peludo tuviese dos ataques, dos ataques con un "bote" en las convulsiones que nunca lo había visto........... ese fue el primer y el último día en que tuvimos un "imprevisto" por culpa de las medicinas.
Los efectos secundarios en Yako de toda su "droga administrada" no eran muy visibles como en otros perros, desde muy pequeño Yako había sido un perro muy tranquilo, muy vaguete y muy dormilón........ por eso nunca note una gran diferencia entre su estado normal y su estado "drogado"...........mucha gente prefiere quitar la medicación y darle "vida" a su perro, que vuelva a ser el mismo de siempre corriendo y animado.........en mi caso siempre tenia a Yako al estilo alfombra peluda.
Algunas veces quisimos (junto al veterinario) quitarle el bromuro, pero rápidamente comenzaban sus ataques, todas las veces que probábamos darle solo un medicamento no resultaba, necesitaba la combinación de los dos..........pero siempre intentábamos ir quitando dosis y ver como respondía.

Periódicamente la íbamos haciendo análisis de sangre, para ver como estaba la medicación e ir "jugando con ella"...... tener un perro con epilepsia no sale barato, no lo vamos a negar. Medicación de por vida, análisis, visitas continuas al veterinario.......,  tuve la suerte de "podérmelo permitir" quitandome otros caprichos y con la ayuda de un familiar farmacéutico que me hacia las "donaciones de medicamentos" ....... pero muchas veces al analizar el coste  pensaba en la angustia que podían sentir algunas personas que estuviesen en la misma situación y no pudiese permitírselo.

Pero ya se sabe lo mucho que se puede querer a un peludote, y por muchos gastos y" molestias" que me causo la epilepsia........... hubiese vuelto a tener a Yako, todo lo que me dio durante  todos los años supera con creces todo los contras........ tenerte en mi vida Yako, ha sido una de las mejores cosas que he tenido.....

Yako y sus ataques

He leído que hay muchos tipos de ataques de epilepsia en perros, ataques en plena actividad física, ataques que pueden llegar a durar muchos minutos, ataques continuos......................... buffffffff demasiados tipos, cada vez que leía algo pensaba que aún Yako y yo teníamos suerte con sus ataques.

Los ataques de Yako eran el 99% de madrugada, siempre durmiendo, nunca en actividad y duraban escasamente un minuto  y eran imposibles de predecir, por mucho que intentaba analizar si existía algún inicio durante el día era imposible de verlo. En algunos foros decían que  el sacar al perro a un paseo muy largo podía ayudar..........en el caso de Yako eso no servía para nada.

Sus ataques en medio de la noche siempre me despertaban, el sonido del pataleo hacia que me levantase de la cama en menos de un segundo , desde entonces que tengo un sueño muy ligero. Al principio era imposible mantener la calma, se me venia el mundo abajo, era muy duro ver un ataque y simplemente me ponía a llorar cerca suyo desesperada........creo que eso no ayudaba en nada a la situación, es importante mantener la calma Yako tenia que estar tranquilo, relajarse y con esa actitud poco lo iba a conseguir, con el tiempo aprendí a intentar "controlar la situación" y era poner un pie en suelo que me ponía a cantarle una "canción de cuna" y allí me quedaba, cerca suyo dejándole su espacio, cantando y vigilando que no pudiese darse un golpe o tirarse algo............... se levantaba y siempre estaba el minuto de desconcierto con el rabo entre las piernas y gruñendo, se iba a dar una vuelta por la casa reconociendo todas las habitaciones y volvía corriendo llorando y buscando mimos...............después siempre bebía agua y aprendí que después de un ataque lo mejor era sacarlo a hacer otro pipi................cuantas veces he bajado a Yako a mitad de la noche en pijama!!!!!  Después de subir siempre teníamos una noche de "fiesta", más activo que nunca y con ganas de no dejar dormir a nadie hacia todo lo posible para que no cerrases los ojos.................... en aquel entonces esto me "mataba" cada vez que miraba el despertador y veía que cada vez quedaba menos para que sonase la alarma.........ahora pagaría por tener una noche así contigo, Yako, se te echa tanto de menos que hasta esas pequeñas cosas que me desesperaban   en aquel entonces ahora las echo tanto de menos.............

lunes, 20 de septiembre de 2010

Conociendo la epilepsia

" Epilepsia canina, Golden epiléptico, perros con epilepsia, dogs with epilepsy, canine epilepsy..............." todas las combinaciones posibles  para buscar información por Internet.Necesitaba saber que le pasaba a mi peludo y la mejor forma de ayudarlo!!

Un día en plaza Cataluña habían varios stand de diferentes asociaciones........había uno de "epilepsia" destinado a personas que sufren esta enfermedad. Me pensé un par de veces si acercarme y preguntar........ (me iban a mirar con cara de loca al preguntar por un perro, pensaba) pero la verdad es que el chico que me atendió fue muy amable. Estuvimos hablando de los diferentes tipos de epilepsia, le comente que me parecía muy raro que Yako solo tuviese los ataques durmiendo, y generalmente de noche..............me comento que es un tipo de epilepsia, y concretamente su hijo tenia este tipo de epilepsia, siempre durmiendo. Me dio el contacto de un neurólogo muy reconocido de un hospital, intente localizarle un par de veces pero me resulto imposible.........me hubiese gustado hablar con él y que me explicase sobre esta enfermedad.
¿Un médico y no un veterinario?...................recorrí con Yako muchos veterinarios, nos fuimos hasta la facultad de veterinaria en Madrid  y nunca encontré muchas respuestas fuera del  ámbito de la medicación.

Horas y horas buscando por Internet..........la verdad es que fuera de España encontré muchos consejos que me fueron muy útiles y que los compartire más adelante, pequeñas "chorradas" que ningún veterinario de España me supo indicar y que por lo menos a mi me ayudaban emocionalmente a mantener la calma durante un ataque.  La epilepsia canina es un mundo todavía muy desconocido aquí y queda mucho por aprender, seguro que os habéis dado cuenta......

Primer ataque......

Recuerdo el primer ataque como si fuese hoy...............estaba cenando en un restaurante cuando me llamaron mis padres corriendo " Le paso algo a Yako, ha tenia convulsiones y ha intentado morder a tu madre cuando se ha acercado a él..........." me levante corriendo ¿¿¿¿ intentar morder????? pero si yo ponía la mano en el fuego por él, no entendía nada  y tenia tanta prisa por llegar que hasta recuerdo que me resbale en el restaurante y fui corriendo a casa...............allí estaba mi mejor amigo, mojadito por el pipí del ataque y muy activo, iba de un lado a otro moviendo la cola......................... corriendo  nos fuimos a  urgencias............. Yako era un especialista en siempre que le pasaba algo era de noche o de fin de semana.......... Llegamos al veterinario, el chico que nos atendió era muy jovencito, después de mirarlo y de hacerle algunas radriografias nos dijo que igual había sido una reacción a algo que se había comido............en ningún momento se nombro la palabra "epilepsia"....................... nos fuimos a casa y durante unos días no paso nada..........

En el segundo ataque  estaba yo en casa y pude presenciarlo, era de noche, (sus ataques siempre eran de madrugada) ...................cuando le vi recuerdo que se me derrumbo el mundo..........Yako estaba rígido, de lado, convulsionando y se hacia pipí........... el ataque duro solo unos segundos y después se quedaba en el suelo llorando...........entonces entendi lo de "intentar morder" Yako estaba muerto de miedo, no reconocía a nadie, cuando consiguió levantarse tenia completamente el rabo entre las piernas y si te intentabas acercar gruñía.........eso solo duraba unos segundos, los únicos segundos por lo que no hubiese puesto la mano en el fuego por él, ni yo misma me podía acercar.......... después de esos breves segundos, se iba a inspeccionar la casa, era como si no conociese nada  ni a nadie..............y entonces era cuando venia llorando a mi, moviendo la cola como un loco y más activo que nunca...........bebía mucha agua y se hizo un pipí en el jardin ( cosa que nunca hacia).
Después de este segundo ataque fuimos al veterinario................ más pruebas y análisis..........esta vez si salio la palabra "epilepsia" pero solo nos dio unas vitaminas, unas vitaminas que tenia él en la consulta en la entrada una caja enorme de publicidad................y si volvía a tener un ataque un Valium inyectable renal............. pero sus ataques eran tan cortos que nunca se lo llegábamos a poner, y después del ataque en el "momento desconcierto" era imposible.....................


Los ataques continuaban y aquí fue cuando comenzamos una rueda interminables de visitas a diferentes veterinarios buscando una solución........

Yako

Hace ya casi 4 meses que mi fiel y mi mejor amigo me he dejado.......... han sido casi 11 años  inolvidables a tú lado, compartiendo contigo mis alegrías y mis penas, interminables paseos a tú lado, compañero indiscutible de bocadillos y de sofá......el vacio de casa es difícil de llenar y abrir la puerta y no verte venir con el juguete en la boca moviendo el rabo hace que a veces me derrumbe. 

 Incluso echo de menos levantarme en medio de la noche para "socorrerte" en un ataque, echo de menos tu arsenal de medicinas, echo de menos  ir cada dos por tres al veterinario..........te echo tanto de menos Yako!!!!!!

No soy veterinaria, pero me he pasado muchos años buscando información por todos los lados sobre la epilepsia canina, he escrito en algunos foros y alguna vez he recibido e-mails de gente que se sentía perdida dentro de  este desconocido mundo de la epilepsia. Es curioso, pero el interés  por  una enfermedad concreta, el amor por los peludos y un ordenador son tres elementos que bastan para crear un vinculo especial,  un vinculo que a veces puede  ayudarnos a aliviar esa angustia  que sentimos y que en  nuestras múltiples visitas al veterinario no conseguimos aliviar.


Un blog pensando en ti, Yako, en todo lo que me enseñaste  y en todo lo que tuve que ir aprendiendo a marchas forzadas frente a la epilepsia canina..........tal vez alguna de nuestras experiencias puedan ayudarte a ti o tan solo hacerte sentir que no estás solo en esto.

Anímate a participar y a contar tus experiencias, entre todos podemos aprender mucho de esta enfermedad  o por lo menos sentir un pequeño apoyo emocional en estos momentos de angustia.